Son muchos los agentes que están trabajando para que el vehículo autónomo nos lleve a nuevas formas de transporte y a una movilidad sostenible y segura, generando nuevos modelos de negocio en el transporte de personas, pero también en el de mercancías gracias a las ventajas que ofrece en cuanto a productividad.
El vehículo autónomo puede ganar terreno por dos vías: la evolución de la tecnología y la presencia en entornos controlados, que minimicen el número de variables a considerar e impliquen menos retos para la tecnología disponible.
El objetivo de esta jornada es mostrar el estado del arte en cuanto a vehículo autónomo y conectado e ir un paso más allá para analizar los retos para su evolución, tratando el vehículo, pero también la infraestructura, la gestión y seguridad de los datos, la aceptación por parte de la ciudadanía y las normativas que lo tienen que hacer posible. Todos ellos son factores que marcarán la velocidad con la que el vehículo autónomo llegará a nuestras calles, carreteras y autopistas.